miércoles, 6 de abril de 2011

Reflexión

He leído varios casos de "niños salvajes" que se habían criado con animales y que, para sorpresa de sus descubridores, no tenían ninguna actitud humana: no podían hablar, no expresaban emociones, atacaban como fieras y ni siquiera andaban erguidos. De esto podemos deducir que es el entorno es el que condiciona las capacidades y el desarrollo del ser humano.

Tras haber estudiado el caso de "Genie", me llamó la atención el hecho de que la niña, al carecer de las habilidades lingüísticas, se comunicara mediante gruñidos tal y como lo haría un animal.

Me parece comprensible que un individuo que ha sido criado entre lobos gruña, pero ¿Qué ocurre con el individuo que ha sido aislado y privado de cualquier comunicación o interacción con otros seres vivos?

En el caso de Genie, se explica como la niña gruñía y arañaba cuando algo le molestaba. ¿Quiére esto decir que, el hecho de que un ser humano sea aislado de la sociedad y privado de la interacción con sus semejantes, implica que desarrolle las formas comunicativas de un animal? ¿No sería más lógico en el caso de Genie, que fuese muda? ¿Qué opináis?

No hay comentarios:

Publicar un comentario